Concepto

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El mundo es a la vez creador y obra creada y hasta en su orden matemático se encuentra la semilla del arte en su mayor expresión. La vida en todas sus facetas es una maravillosa obra de arte que se ofrece para ser disfrutada por los seres que la experimentan, quienes tienen la capacidad de percibirla y apreciarla en toda su magnitud y belleza desde su dimensión interior.

El artista responde a la comunicación que le plantea el mundo con su propio aporte a la obra, utilizando las herramientas con que ha sido provisto por el ser que lo impregna, para contribuir al proyecto magno de esculpir la evolución, cincelando en sí mismo y su entorno inmediato y confirmando con ello su influencia en la conciencia universal de la que todos formamos parte.

El arte es indispensable porque es una expresión del lenguaje más profundo del conocimiento en el que toma acción la percepción intuitiva como aspecto contrastante del conocimiento reflexivo racional. Ambos son necesarios en la labor creativa, pero la información proveniente de lo abstracto, que solo puede ser aprehendida en estado de contemplación, es la que predomina en la interpretación artística.

Este conocimiento subconsciente es de vital importancia para el desarrollo del ser humano aunque por su carácter tiende a ignorarse en una sociedad construida sobre la base del conocimiento objetivo, de tal forma que más allá del pensamiento filosófico, es la manifestación artística lo que mantiene en permanente contacto al alma humana con esa maravillosa e incomprendida música universal.

Fundamento:

La importancia excesiva que se le confiere al aspecto objetivo del carácter sociocultural, considerado como causa prominente de la sobrevaloración material y el actual estado denigrante de nuestra sociedad, ha sido un gran impedimento en la evolución positiva de la civilización, para la que se hace imprescindible el conocimiento subjetivo como activador de la conciencia derivada de los valores morales y la condición espiritual del ser en identificación con los más elevados atributos de nuestra naturaleza humana.

La formación del individuo en todos los campos del arte es excepcional por cuanto aplica y desarrolla la percepción y la reflexión propias de la actividad creativa que lo capacitan para apreciar minuciosamente el mundo y comprender las cualidades de sus variadas facetas, ya sea consciente o inconscientemente y pasando de la expresión física evidente al espacio del ser interior que inevitablemente llega a valorar en su más alta dignidad, moldeando su carácter y actitud ante la vida.

Aunque en otras disciplinas también intervienen ciertos aspectos de la percepción, en las artes tiene un papel preponderante y abarca un rango muy amplio tanto en lo concreto como en lo abstracto, haciendo del artista un individuo con particulares cualidades, claramente contrastadas con la personalidad psicosocial dominante, que por ser esenciales para el crecimiento integral de una sociedad sana, está designado como mensajero idóneo para transmitirlas entre la comunidad por medio de su trabajo.

En Colombia se confiere poco valor a las profesiones del campo de las artes, pues nuestra cultura está limitada a la búsqueda de los beneficios materiales que no dejan espacio para lo que se juzga carente de valor en el quehacer cotidiano, lo cual es motivo principal de la aridez cultural y el estado de ruindad que predomina en las costumbres nacionales, por eso cada vez se torna más necesario incorporar a nuestra educación el humanismo que identifica al arte, para transformar la escala de valores y mejorar nuestra cultura.

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